Hace un par de semanas recibí un mail enigmático a la par que curioso; un lector me escribió preguntando por qué nunca hablo del método directo. Según el remitente, todo mi blog es una excelente compilación del método indirecto, y me pide una entrada que hable de - cito textualmente - "otros tipos de juego".
Me quedé un poco sorprendido, más o menos con la misma cara que se os habrá quedado a vosotros. Más que por la terminología, por la manera de describir mi estilo. Las estrategias aquí presentadas siempre han buscado el éxito inmediato (de indirectas tienen poco); de hecho, están pensadas para acabar culminando la misma noche en la que son desplegadas.
Le contesté intrigado a qué se refería con lo de "método directo", y él me lo explicó: dentro de la teoría de la seducción (para el que tenga curiosidad existen multitud de páginas dedicadas al noble arte de cortejar hembras), existen dos corrientes, dos universos que discurren en paralelo pero que rara vez se solapan.
Por un lado, está la escuela del "método directo" y por el otro, la escuela del "método indirecto". Incluso hay disputas entre los líderes de ambas por ver cuál es la auténtica portadora de la luz y la verdad.
Durante estas semanas, he dedicado un tiempo importante a investigar numerosos escritos (dentro de las escuelas son conocidos como material) referentes a estas 2 corrientes, incluso me he registrado de incógnito en un foro de esta temática haciéndome pasar por seductor novato. Es bastante divertido, hacen quedadas para ligar y me he apuntado a una, haré una entrada dedicada a ello en este blog. Prometido.
Pero vayamos al grano, que muchos no sabréis todavía de que estoy hablando.
La escuela del método directo parte de la premisa de que nadie debería avergonzarse por sentirse atraído hacia otra persona, y propone lanzarse a las bravas, sin paños calientes. ¿Qué haría un seguidor de esta corriente si ve una chica que le gusta en la otra punta del bar? La respuesta es sencilla, cruzaría el garito, se acercaría directamente a ella y le soltaría algo del palo: "Me has gustado y he venido a conocerte". En el foro en el que ando infiltrado pusieron un vídeo de uno de los líderes del método directo defendiendo su sistema:
El método indirecto es algo más complejo, se trata de orquestar un sinfín de triquiñuelas (todas ordenadas por etapas), para acabar ligándote a la tía que te gusta. No importa si cae hoy o la semana que viene. Esta corriente propugna que la atracción se puede fabricar, y centra todos sus esfuerzos en crearla. Una vez que esto se ha conseguido, se ataca.
Así pues, la diferencia principal entre el método directo y el indirecto es la manera en la que se encara a las chicas; con el primero se dejan ver las intenciones desde el principio, y con el segundo se disimula hasta que la chica se siente atraída.
Antes de dar mi opinión crítica al respecto, quiero dejar algo claro. En temas de seducción no creo en escuelas ni corrientes, creo en la psicología evolutiva y en las infinitas experiencias que desde su individualidad, acumula cada ser humano.
Cada historia es única, cada camino irrepetible. La gente llega a ser quien es gracias a los resultados de sus vivencias. Lo que no me gusta de estas teorías es que ambas se sustentan bajo verdades absolutas, entendidas éstas como una serie de principios inamovibles. O blanco o negro. Y yo no estoy de acuerdo, creo que en esta vida, la única verdad absoluta que existe es que - exceptuando la lógica matemática y los razonamientos que de ella derivan - no existen las verdades absolutas.
Mi opinión sobre el método directo:
Todas las mujeres saben que si te acercas a ellas de fiesta es porque buscas guerra. Quizás no sepan si vas a por ellas o sus amigas, pero ningún tío se acerca a una tía buscando amistad. Bambi y Toy story fueron grandes películas, pero esto es la vida real y los machos hemos nacido para desovar. Bajo este argumento, estoy de acuerdo en que yendo directo al grano muestras un par de pelotas. No te andas con rodeos. Si lo que se busca es eficiencia, puede que sea válido para algunos, porque si te rechazan lo harán rápido y en poco tiempo puedes volver a empezar con otra.
Sin embargo, a pesar de esas virtudes, creo que este método tiene una serie de pegas por las que jamás lo recomendaría como sistema principal, mucho menos a novatos.
* Si no estás medianamente bueno es jodido que funcione. Decir que así puede ligar todo el mundo - como he leído en muchos sitios - es mentir. ¿Se puede trasladar este sistema a la mayoría de la población? Pienso que no.
Si tu fuerza está en tu personalidad y no en tu físico. ¿Por qué utilizar un sistema que apenas muestra lo primero? Sí, seguro que transmites actitud, pero eso no siempre es suficiente para ligar.
* Si funciona, casi siempre será con chicas de menor "mercado" que el propio. Puedes ligarte a alguna tía buena de esta forma, pero sólo en el caso de que seas muy guapo o tengas un prestigio descomunal a sus ojos. Entiendo que alguien con cierto reconocimiento social pueda permitirse ligar así; de hecho, en esos casos, tal vez sea la forma más rápida de hacerlo. A una chica que conocí se le acercó un futbolista diciendo "yo soy XXX, y he venido a conocerte". Le funcionó, pero todo el mundo no tiene de serie ese estatus.
* Si atacas como un comercial a puerta fría, te llevas los portazos que se llevan los comerciales que van a puerta fría. Considero que hay que tener mucha experiencia y dureza mental (es ideal tenerla, pero no nos engañemos, todo el mundo no es una roca). Te vas a encontrar a tías con novio, va a haber chicas que te van a mirar con asco, incluso puede que si insistes demasiado alguna te despache como a un baboso con todo lo que conlleva para tu reputación. Utilizando estrategias elaboradas esto no ocurre, porque en los primeros 5 minutos ya has analizado el terreno, y si no te gusta lo que ves, te vas tú.
* La que para algunos es la gran virtud de este sistema, para mí es la desventaja más importante; le dejas claro a la tía de manera explícita que te gusta y quieres sexo con ella, lo racionaliza. Con el método directo te examina ella; apruebas o suspendes en función de lo que ella piensa. Sin ser defensor del método indirecto (ni identificarme plenamente con él), creo que existen maneras de darle la vuelta a la tortilla y hacer que en una hora o dos la chica nos desee. Con el método directo consigues en la mayoría de los casos un teléfono y luego ya veremos. Utilizando estrategias más elaboradas, puedes crearle un calentón primitivo y que te devore esa misma noche.
El respeto sexual.
Por último, quiero hablar sobre un concepto del que no he leído nada en ninguno de los textos, y tampoco en el foro, pero que para mí es fundamental, porque va íntimamente ligado a una de las mayores debilidades que tienen las chicas.
Todas las mujeres necesitan verse guapas a su manera, da igual que sean siliconadas superficiales o bohemias interesantes. Mientras están en edad reproductiva, tienen pulsiones internas que les obligan a verse bonitas. Esto es una ley: si no se ven bonitas, no son felices. Esta necesidad de verse bella es inherente a todas las mujeres. Para ellas, saber si un chico que les resulta atractivo las ve bellas o no, es un asunto biológico de primera urgencia que deben resolver.
Cuando una chica sabe que si quiere te tiene, tu personalidad pierde complejidad a sus ojos, el misterio muere y sobre todo te pierde el respeto sexual.
Las tías tienen 2 tipos de respeto: El respeto humano, que pocas veces pierden (y que aquí no viene mucho a cuento), y el respeto sexual. Este último es el que construye la atracción, y uno de los ingredientes más poderosos para activarlo, al menos con las chicas guapas, es mostrar indiferencia a sus encantos.
El respeto sexual es un respeto que les tensa, les hace intentar agradar; por desgracia, es fácil de perder y muy difícil de recuperar.
Yo soy un firme defensor de las virtudes de analizar a las chicas y su entorno, conocerlas por sus reacciones. Hay estrategias que dan un montón de pistas y no podemos prescindir de ellas. A mí me encanta ver estatuas antes de determinados vaciles.
Las estrategias orientadas a caer bien no me gustan. Conozco gente que cae bien y no folla, y otra gente que consigue que sexualmente le respeten, aunque "caiga mal".
Es curioso y puede parecer contradictorio, pero las mujeres pueden respetar sexualmente a un tipo que les ha parecido un borde (quien no ha oído la mítica frase de "al principio me caía mal, pero luego me acabó gustando").
Por lo tanto, y en respuesta a este lector y a muchos otros que me llegan de estos foros:
Considero mi blog un barco pirata que no se alinea con ninguna de las flotas por las que navegan las teorías de la seducción. Como ya digo, creo que la gente puede compartir sus trucos, enseñar multitud de estrategias, pero jamás marcar el camino que deben recorrer los demás como si fuera un dogma. Cada persona tiene una cara, un tono, una vida. Lo que vale para unos no tiene por qué valer para otros. La información, trucos y consejos circulan en todas direcciones, no hay que mostrar una adhesión inquebrantable a nada.
Simplemente utilizad todo aquello que os parezca útil o divertido (da igual de dónde provenga), para terminar construyendo vuestro propio método.
Prometo actualizar más a menudo. ¡Nos leemos!
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